Nitrógeno para envasar mercancías

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Al entrar en contacto con el oxígeno, muchos alimentos ven alterada su consistencia; las enzimas son responsables de esta alteración al poner en marcha procesos metabólicos por influencia del oxígeno. En consecuencia, se produce decoloración y deterioro, entre otros fenómenos. Para ralentizar este proceso, los alimentos se envasan utilizando el nitrógeno como un gas protector para el transporte y durante el tiempo que media hasta su consumo; para ello, en el envase se introduce nitrógeno, que sustituye al oxígeno. Esta atmósfera modificada de nitrógeno permite conservar los alimentos frescos y en buen estado sin tener que añadir conservantes. Este método MAP (Modified Atmosphere Packaging) se emplea principalmente con alimentos sensibles al oxígeno, como la carne, el pescado, yogur o queso.

El betún se emplea en muchos ámbitos debido a sus propiedades. Esta sustancia, que se obtiene a partir del petróleo, se utiliza en el sector de la construcción —entre otros— en forma de esterillas para aislar tejados. Asimismo, debido a sus buenas características antisonoras, se usa en forma de placas para revestir vehículos, bañeras o lavavajillas. Sin embargo, los asfaltenos que contiene el betún reaccionan con el oxígeno del aire, formándose acumulaciones de este gas junto a los núcleos del betún, lo que produce alteraciones en las propiedades materiales de esta sustancia; en consecuencia, tanto las esterillas como las placas de betún sufren un envejecimiento oxidativo; además, se endurecen, quiebran y agrietan. Para proteger este material frente a un envejecimiento prematuro y conservar sus buenas propiedades, las esterillas y las placas de betún también pueden envasarse dentro de una atmósfera de protección de nitrógeno, lo que permite preservar la elasticidad del material y trabajar con el mismo de una manera óptima.

Los componentes electrónicos también pueden protegerse frente al envejecimiento envasándolos en envases secos con nitrógeno, para lo cual dichos componentes se envasan en bolsas especiales a las que se inyecta un agente secante. Estas bolsas se vacían de aire y se sellan térmicamente después de someterse a una purga con nitrógeno. La extracción del oxígeno permite que los componentes electrónicos puedan almacenarse con seguridad durante algunos años.

Con nuestros generadores de nitrógeno proveemos de soluciones de gran calidad para la producción estacionaria y móvil de nitrógeno en diferentes ámbitos de aplicación, incluso a partir de cantidades muy reducidas.