Oxígeno para minería y minas de oro

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En el interior de una mina se hallan, además de aire, otros gases que emanan de las piedras, entre los que se incluyen el sulfuro de hidrógeno, el óxido de nitrógeno o el monóxido de carbono. Los correspondientes reglamentos estipulan que la atmósfera del subsuelo debe ser inocua para garantizar la seguridad y la buena salud de los empleados. A fin de garantizar que los mineros cuenten con oxígeno suficiente, cada hora deben suministrarse a la mina varios metros cúbicos de oxígeno por minero (la cantidad correspondiente depende de la composición de los gases que estén presentes). En definitiva, la disponibilidad ininterrumpida de grandes cantidades de oxígeno resulta imprescindible para garantizar la seguridad de las personas que trabajan en la mina, y la generación de oxígeno in situ con ayuda de generadores de oxígeno es un método eficiente, rentable y seguro.

El oxígeno también tiene una función importante en la extracción de oro. Las minas que extraen oro a escala industrial emplean normalmente el método de lixiviación con cianuro, para el que, en primer lugar, se muelen las rocas que contienen el oro para, a continuación, infiltrar una solución de cianuro de sodio a través de las rocas molidas; para ello, dicha solución se enriquece con oxígeno artificial. De las reacciones químicas surgen complejos de oro, que más tarde se lavan ligeramente para retirarlos de las rocas y así poder someterlos a un tratamiento posterior.

Con nuestros generadores de oxígeno proveemos de soluciones de gran calidad para la producción estacionaria y móvil de oxígeno en diferentes ámbitos de aplicación, incluso a partir de cantidades muy reducidas.